Es un ARTE, aunque sea marcial. La precisión y el manejo de los sentimientos prohibidos.

Aviso a navegantes: Perdonad por adelantado, creo que va un tostón de artículo 😀

Cuando dices que haces un arte marcial (no Wing Tsun porque eso no lo conoce todavía ni Dios) inmediatamente ves la cara (sobre todo si como yo tienes pinta de burro) de «ah…., pegas ostias». Bueno, no necesariamente, eso es una simplificación similar a decir a un pianista «ah…,tocas teclas».
Y es que el Wing Tsun (y muchos otros sistemas de lucha) tienen una connotación de ARTE que me gustaria destacar, al menos mi vision de ella.
Cuando digo que algo es ARTE distingo dos razones:
A) Que el practicante domine tanto la habilidad de usar las herramientas de esa práctica que realice las mismas con sencillez y harmonía superiores a los del practicante medio.¿De libro no? Jejejee.

Bueno pues está claro. Una persona que toque bien el piano no es un artista, un boxeador que entrene muchas horas por bien que lo haga tampoco y una persona que dibuja con corrección tampoco. Hay que buscar algo más, y es algo que se consigue conociendo a fondo las herramientas del tu arte y tras horas de usarlas, cuestionarlas y ponerlas a prueba . No se trata necesariamente de saber más cosas, sino de saberlas mejor y usarlas precisión y en el momento justo (lo que los chinos llaman uso de la energía, tiempo y espacio adecuados).

Es por eso  por lo que no estoy de acuerdo con aprender muchas formas, secciones o coleccionar muchas artes marciales. Creo que eso resta horas de APRENDER a usar lo que sabes hasta convertirlo en arte. Alí, Calzaghe o Tyson usaban los mismos pasos y puños que el resto de los boxeadores…pero no hay duda que los usaban con más maestría…lo hacían bonito. Bach y Mozart usan las mismas notas que los del Reggetón….y no hace falta comentar ¿no?. Helio o Rickson Gracie usaban el mismo BJJ que los demás…pero de una manera impresionante. ¿Alguien se los imagina aprendiendo más artes marciales o más movimientos? Pasaban horas sudando haciendo de sus conocimientos ARTE.

Y es que el WIng Tsun está muy preparado para facilitar esta «maestría». Sus conceptos son sencillos, sus herramientas también, y todo el entrenamiento se basa en perfeccionar lo mismo desde diferentes situaciones, maneras y casos. Se trata de quitar y no poner, se trata de volver lo externo interno. Hay practicantes que sólo lo usan para defenderse…en su caso vale pero valdría cualquier otro deporte de contacto. Hay practicantes que aprenden el sistema (las notas) y dicen como Neo «ya se kung fu», pero se quedan ahí…también les valdría igual haber aprendido otra cosa. Pero luego están los que una vez aprendido el sistema se dan cuenta que su cerebro lo sabe pero no su cuerpo. Y pasan horas convirtiéndolo en ARTE. Son los Emin, Tassos, Salih, etc de turno. Y como cualquier artista su Wing Tsun es suyo…es simple y «se ve» que es eficaz. Ahí debemos intentar llegar todos. No a copiarlos a ellos…eso no funciona porque la máquina (tu cuerpo) es diferente, sino a hacer TU expresión de este ARTE del Wing Tsun.

B) La expresión y el manejo de sentimientos. Si piensas en un músico artista lo imaginas poniendo sentimiento en su arte. Usando el forte, allegro, allegro ma non tropo … para dar cadencia a su obra, y la presión con la que aprieta las teclas o las cuerdas para el sentimiento. Lo mismo un cantante, un poeta etc. Pero ellos trabajan con «el amor», «la pasión»,»la alegría», la «tristeza» etc.  Eso sí, no olvidemos que no sólo existen esas sensaciones.

Las artes marciales usan y enseñan a controlar, «los otros sentimientos» (yin yang).  Ira, enfado, miedo , dolor, rabia…todos estos son con los que trabajamos en las artes marciales.  Existen, por más que algunos «pacifistas» tiendan a negarlos y la sociedad actual tienda a esconderlos. Y es bueno dominarlos para todas las facetas de la vida.
Miedo: En una pelea todo el mundo tiene miedo, es algo natural (libera la adrenalina necesaria) y existen dos opciones: dejarse llevar por él (congelarse y recibir golpes) o controlarlo y hacer algo. Se ve en seguida en la evolución de los alumnos cuando al principio se tensan y asustan, sólo ven golpes llegando. Luego van cogiendo confianza en el sistema y aprendiendo a pelear contra ese miedo. Se vuelve un amigo al que esperas llegar y con el que te llevas bien porque te va a ayudar.
Enfado y rabia: Los hay que los tenemos más «a flor de piel» que otros. A algunos nos vienen bien las artes marciales para controlarlos, dominarlos y saber sacarlos en el momento y con las dosis necesarias. A otros las artes marciales les ayudan a encontrarlos, se puede entrenar su uso y una vez encontrados «siempre sabes dónde están». Pero son una herramienta estupenda, para decirle al mundo «aquí estoy yo», para no dejar te dominen y para sobreponerte a las adversidades.
Dolor:  Hay teorías religiosas y filosóficas que dicen que nuestra estancia en el mundo es dolor. Está aquí igual que el miedo y, como él, es muy útil aprender a controlarlo e ignorarlo: incluso a usarlo en tu beneficio.
Cansancio: Igual… ¿estás cansado?  Ahí es cuando más debes apretar los dientes y seguir.

El ARTE MARCIAL es un exponente, una representación de todos esto. En una pelea no puedes dejarte llevar por el enfado, el miedo ni el dolor, la cabeza debe estar clara. Sin embargo tienes que saber que están ahí, usarlos en el momento preciso, ignorarlos cuando van a ser contraproducentes. ¿Y qué mejor sitio para entrenar el enfado cuando tengo que pegarme con un compañero al que no puedo hacer daño aunque duelan sus golpes? O para ignorar el dolor cuando el que tienes delante es mejor que tu y no paras de recibir, pero sabes que entrando otra vez en esa pelea es como mejorarás. Y la capacidad de superar el cansancio o la desesperación que da el estar en el suelo rendido o en un rincón magullado y que tu profesor diga «SAL DE AHÍ», supera todo eso y prevalece.

Porque si, a mi me gusta cantar con la borrachera o tocar  el piano a veces, hay momentos y para todo.
PERO ME ENCANTA pelearme y ver como este sistema enseña con precisión quirúrgica a volverme mejor en la lucha en todas sus facetas, a mejorame y a ser la mejor expresión de mi mismo posible. Por eso me gusta este ARTE marcial.

 

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