Hace unos días compartimos un vídeo de un ejercicio que usamos desde primer grado como calentamiento. Un ejercicio para ser consciente de las distancias y controlarlas. Poder hacer sombra mientras los pies nos mantienen a la distancia adecuada.
De nada sirve la técnica si no reconocemos si el contrario está acercándose, alejándose o manteniendo la distancia. Y, como dice el dicho:
quien controla la distancia controla la pelea.
Sifu me dijo cuando le conocí: «los puños pegan, pero los pies nos llevan donde tenemos que pegar». Por eso el trabajo de pasos es tan importante para nosotros.
Sobre esta base hacemos mucho más dependiendo del nivel. Hoy os dejamos un ejercicio que hacemos con alumnos de cuarto grado.
Para entonces se supone que el alumno hace sombra y controla distancias de manera razonable. También debe entender la base de obtener ángulos por grados anteriores. Entonces, empezamos a buscar salirnos de la línea sin adherencia.
No enfrentarnos directamente con un adversario en su línea de potencia es algo que no tendría que explicarse. Aunque yo sea más fuerte que él o aguante más (que prefiero suponer que no), estar en línea siempre implica la posibilidad de un golpe de respuesta. Salirse de la línea me da una ventaja técnica muy deseable.
Nota: no recomiendo salirse de la línea en no adherencia sin aprender antes a cerrarla correctamente. O nos moveremos con huecos y sobre líneas abiertas. Además lleva tiempo verlas.
Pero no es fácil. Hoy damos algunas indicaciones sobre los pasos a usar, cuando hacerlo y cómo (hay muchas posibilidades…estas son sólo algunas). Y ejercicios para empezar a obtener la técnica.
Inmediatamente después hay que entrenar con ello como nos gusta, de manera no colaborativa y en sparring.